Rompecabezas, Live Shows (2018) por Daniel Sloss
Pese a que la premier de Live Shows fue en el año 2018 no había oído hablar de este programa hasta hace algunas semanas; y como yo debe haber muchos otros, ya que desde que vi por primera vez un fragmento del monólogo no he dejado de encontrarme en los distintos rincones de internet con vídeos, opiniones, frases o incluso debates acerca de la analogía del rompecabezas. Dejando a un lado el funcionamiento de los algoritmos en redes sociales, digamos que internet simplemente decidió que debía interesarme en este tema.
Antes de meterme de lleno a opinar, sacar mis propias conclusiones e invitarte a debatir sobre el significado de la vida te daré un poco de contexto. El monólogo de Daniel Sloss, o mejor dicho su analogía con el rompecabezas (Jigsaw), rompió en el año de su estreno 4.300 parejas y provocó 17 divorcios, llegando a ser conocido como “el monólogo que rompe parejas”.
La miga del asunto reside en una parte específica del monólogo de Daniel Sloss (lo puedes ver en Netflix bajo el título Jigsaw/Rompecabezas o Puzle) en el que rememora como a los siete años fue a su padre con una de las preguntas más generales del ser humano “¿Qué es la vida?” y si bien en la película de Forrest Gump respondían a la misma cuestión diciendo que la vida era como una caja de bombones, el padre de Sloss le afirmó que la vida era, en realidad, un puzle del que todos habíamos perdido la caja, y que por lo tanto debemos deducir la imagen que formar a lo largo del tiempo. Para eso tendríamos que comenzar montando el puzle por las esquinas: familia, amigos, trabajo y hobbies.
Sin embargo, esto provocó en Sloss una duda adicional “¿Cuál es entonces la pieza central del puzle?” para su padre era sin duda la pareja, durante el monólogo Sloss describe como se sintió tras recibir esa respuesta, en parte desesperado por encontrar una persona a la que incluir forzosamente en su puzle, incluso detalla como muchos nos obligamos a encajar en el centro una pieza que de ninguna otra manera podría caber, obligándonos a rechazar otras piezas o eliminarlas, no quiero hacer spoilers acerca de la reflexión del propio cómico, la cual me parece bastante interesante e incluso atractiva, por lo que dejaré que la descubras tú mismo si decides ver el monólogo.
Ahora bien, aunque he dudado bastante acerca de escribir sobre esto, porque seamos honestos a la gente le encanta sacar conclusiones sobre las motivaciones del resto o incluso sus sentimientos en base a lo que comparten o publican en internet, en realidad no me importa tanto que conclusiones quieran sacar sobre mi. Las personas somos mucho más complejas de lo que dejamos ver en internet, pese a que un porcentaje quiera creer que las publicaciones son una rendija al mundo interior de cada uno. Dicho esto, comencemos analizando un poco que es lo que tiene de especial el monólogo de Sloss.
Hay muchísimas analogías sobre la vida, puras especulaciones de como deberías vivir, qué debe hacerte feliz y que deberías buscar para llegar a la versión premium de tu vida. En el caso de la analogía de Sloss, la analogía del puzle es en realidad una analogía que se ha utilizado millones de veces, la propia frase “encajar en la vida” hace referencia a esta analogía. La diferencia entre la analogía de Sloss y la analogía básica del puzle de la vida es en realidad que Sloss se centra en el conflicto entre la soledad y la elección de una pareja, con frases muy duras como: “alguna vez te has encontrado pensando que si tu pareja se desinstalara la vida todo sería más fácil” y esto lo hace como una forma de crítica a una sociedad en la que, sin importar que, una de las metas de tu vida debe ser formar una familia.
Es en este punto en el que Sloss advierte que muchas personas consideran haber encontrado su alma gemela, su media naranja, porque deciden obviar por todos los medios que se están obligando a querer a esa persona y a hacerla “encajar” en su vida pese a ser totalmente incompatibles. Seamos honestos, quién no ha escuchado o dicho alguna vez eso de: “cuando decidí estar solo/a fue cuando conocí a X” porque en mi caso he hecho ambas y sí, creer en algo está muy bien, pero no deja de ser una creencia, algo en lo que simplemente hemos depositado nuestra fé y que con el paso del tiempo puede no llegar a cumplir nuestras expectativas y acabamos por llevarnos, lo que vulgarmente conocemos como “un golpe de realidad”.
Pero pongámonos un poco más filosóficos, hace un mes desde que publico esta entrada, que una de las parejas más idealizadas de todo Twitch España se ha separado y como he mencionado antes: “las personas somos mucho más complejas de lo que dejamos ver en internet” así que no estaría de más pensar que habrá un millón de razones que no conocemos públicamente y que por ese mismo motivo no estaría mal dejar de opinar a ciegas. Aunque, por supuesto, no estaría diciendo esto si no fuera porque dando una vuelta rápida por internet podemos encontrar opiniones de todo tipo, defendiendo a una u otra parte, explicando porque sí o porque no han tomado esta decisión, cuando la cuestión es muy sencilla ¿realmente tener una pareja es la pieza central de tu puzle indiferentemente de quién sea esa persona? tómate los minutos que necesites para responder la pregunta.
El problema del monólogo de Sloss, una interpretación errónea hacia el individualismo.
Si nos paramos a pensar un poco en la sociedad actual nos daremos cuenta de que hay dos corrientes de pensamiento totalmente contrarias con respecto a las relaciones a las que llamaremos: los individualistas y los conformistas.
Por un lado los conformistas serían personas que defienden la idea de la pareja como algo platónico, algo que se debe “forzar” por lo que debes luchar, que no existen incompatibilidades, sino discusiones evitadas, que todo en la pareja puede superarse por duro que sea, que en el conocimiento mutuo está la clave del éxito para el amor y un largo etc., que en resumidas cuentas defiende a capa y espada que pese a que uno de los dos le eche 800 horas al último DLC de Elden Ring y el otro a duras penas sepa lo que es un videojuego, ambos podrán ser felices y encontrar una medida para estar juntos si es que se quieren, porque obviamente en este tipo de pensamiento por amor tragarás lo que sea porque si no…
Por otro lado tenemos el pensamiento individualista, un pensamiento que se ha popularizado bastante en los últimos años, aunque eso es un tema que dejaré para otro momento. Los individualistas serían las personas que practican la “nueva moda” del ‘self-care’ y que la anteponen a cualquier otra cosa, no pierden su tiempo en planes que no quieran hacer, porque prefieren dedicarse el poco tiempo libre que hoy en día tenemos en cuidarse a si mismos, tardes de lectura, talleres de cerámica, paseos escuchando música… el culto a su propio ser es excelso porque comparten la creencia de que el enriquecimiento interior es lo único que importa en el mundo, un mundo que por cierto nos invita cada vez con mayor frecuencia a esta visión egocentrista de la realidad, si no has explorado tu mundo interior y no dedicas el tiempo suficiente a tu autoconocimiento no tienes nada que hacer para relacionarte con una persona individualista, porque no serás lo suficientemente interesante como para poder compartir tiempo con ella y por lo tanto no tratará de hacerlo.
Teniendo en cuenta estos dos sesgos cognitivos, es fácil dejarse tocar por ciertas partes de la analogía de Sloss. Si eres una persona conformista pensarás que Sloss presenta una idea totalmente egoísta del amor, defenderás que tu pareja, la cual apareció mágicamente un día en la frutería de tu barrio, es tu pieza central y que por supuesto por amor debes retirar aquellas piezas de tu puzle que no encajen, porque tan fuerte es vuestro vínculo que no te importa pasar menos tiempo jugando a tu videojuego favorito con tal de pasar un par de horas viendo una película juntos, aunque sea la peor película que hayas visto en tu vida.
Si por otro lado eres más bien individualista, entonces compartirás su visión. Porque en absoluto te tomarías la molestia de elegir a una persona, de entre las últimas cinco que te parecieron interesantes, que de pronto te exigiera cambiar tus hobbies para pasar más tiempo juntos, porque en tu propia visión de las relaciones, una pareja no es más que el conjunto de dos personas individuales que están juntas por decisión y que tienen la libertad de seguir enfocándose en ellos mismos, así tengan que separarse en un futuro porque cada uno prefiera vivir en una punta del país.
Pero ¿y si te digo que ambos puntos están totalmente equivocados? ni Daniel Sloss ni yo podemos en realidad decirte como debes vivir tu vida, que debe hacerte feliz y si debes o no dejar a tu pareja, pero creo que ambos pretendemos lo mismo, que pienses por ti mismo. En su analogía Sloss no nos presenta una fórmula mágica para descubrir la felicidad, ni si estamos o no con la pareja adecuada. Nos da su punto de vista sobre el impacto negativo de la sociedad romántica en nuestras generaciones, esa sociedad en la que el amor triunfa sobre todo, imponiéndose ante cualquier otra meta de la vida.
Sin embargo, muchas personas han interpretado el monólogo como un discurso sobre la importancia de anteponer sus propias metas a cualquier otra cosa, es cierto que podemos fácilmente distinguir en otras parejas aquellas a las que lo único que les une es el miedo a la soledad, pero es necesario ser conscientes de cuales son nuestras propias motivaciones, no solo en los términos de pareja, por qué buscar éxito laboral, grandes sumas de dinero, conocimiento, fama… solo nosotros mismos podemos ser totalmente conscientes de las motivaciones que nos impulsan hacia unas cosas u otras. Indiferentemente de cuál sea nuestro posicionamiento ante las relaciones, tenemos que ser capaces de discernir qué consideramos realmente un pensamiento propio y qué pensamientos están siendo sesgados ¿es realmente tan importante para ti la imagen que puedas dar? ¿por qué? una vez que seamos capaces de responder a esas cuestiones sobre nosotros mismos podremos entonces ser capaces de interpretar de forma correcta cualquier tipo de discurso. Hay miles de analogías sobre la vida y sus múltiples desgloses, pero todas y cada una de ellas han sido formadas por una persona o un grupo concreto, no necesariamente porque algo te suene bien significa que debas tomarlo como propio, las opiniones, vivencias y circunstancias de cada uno son lo que al final forman nuestro propio pensamiento y el pensamiento ajeno siempre debe ser visto como lo que es, un pensamiento ajeno.
En conclusión, indiferentemente de cuál haya sido tu experiencia leyendo esto o viendo el monólogo de Sloss, lo que realmente importa para ti es tu propia opinión y tu propia conclusión acerca de algo que dos extraños han compartido, escuchar puntos de vista distintos son aprendizajes muy valiosos para poder abrir un poco nuestra vista más allá de nuestras propias creencias.